Hallan en una cueva navarra el mapa más antiguo en Europa occidental Investigadores aragoneses han descubierto grabado en una piedra un mapa de 13.660 años de antigüedad, el más antiguo que se conoce en Europa occidental, un croquis que representa el paisaje circundante, con ríos, montañas y charcas, de la cueva navarra de Abauntz.
Así lo ha señalado la catedrática de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, Pilar Utrilla, del Departamento de Ciencias de la Antigüedad, quien ha explicado que la piedra fue encontrada junto a otras en la cueva de Abauntz y que, tras quince años de investigaciones, han logrado descifrar que sus grabaciones corresponden a un mapa de la zona.
El hallazgo de este mapa paleolítico ha sido publicado, el pasado día 21 de julio, por la revista 'Journal of Human Evolution'.
Según ha relatado Utrillas, en 1993, encontraron en la cueva dos bloques de piedra, de entre kilo y kilo y medio de peso y veinte centímetros de largo, de material calizo, blando por fuera, lo que habría facilitado su grabación.
Posteriormente, en 1994, descubrieron otro bloque de similares dimensiones en el mismo nivel arqueológico, remontándose todos ellos, una vez calibrada la fecha y datada con la técnica del carbono catorce, a 13.660 años de antigüedad, ha precisado.
Una de las piedras, que tiene grabada una cabeza de caballo, se exhibe en el Museo de Navarra, que ha cedido las otras dos de manera eventual al Departamento de Antigüedad de la Universidad de Zaragoza para su investigación.
De estos dos bloques, uno es una lámpara de iluminación con ríos y animales dibujados en su lateral y el otro es el que, según acaban de publicar los investigadores, representa con mucha fidelidad el paisaje circundante de la cueva de Abauntz, en la que Utrilla comenzó a excavar en 1976, animada por el fallecido antropólogo vasco José Miguel de Barandiarán, ha relatado.
En la piedra, probablemente tallada con un buril, aparece grabada la montaña situada enfrente de la cueva, la de San Gregorio, así como el río, sus afluentes y el llano, en el que diversos círculos quizás representaban zonas con agua encharcada en invierno, además de los animales que vivían en ese lugar.
Según Utrilla, probablemente los habitantes de esa zona en la antigüedad dejaban los bloques grabados en cueva para acordarse de donde estaban situados los sitios, sería para ellos 'como un plano del tesoro', ha dicho.
Para llegar a estas averiguaciones han utilizado medios audiovisuales, microscopios y escáner en tres dimensiones, entre otras técnicas, siempre sin entrar en contacto directo con las piedras para no dañarlas.
Según la catedrática de Prehistoria, tan solo en Europa Central, en la antigua Checoslovaquía, en Moravia, se han encontrado dos grabados en hueso similares a los de la cueva navarra, pero más antiguos.
El artículo publicado en el 'Journal of Human Evolution' está firmado, además de por Utrilla, por Carlos Mazo, Mari Cruz Sopena, Manuel Martínez-Bea y Rafael Domingo, del Grupo de Pobladores del Valle del Ebro, del Departamento de Ciencias de la Antigüedad.
Ahora, ha explicado, su objetivo es publicar un libro sobre la cueva de Abauntz con los descubrimientos en estos tres bloques y los de otros dos con pinturas.
Fuente: www.terra.es 04/08/2009