Estamos acostumbrados a conocer a los dinosaurios de dos formas: mediante fotos de sus huesos y con las ilustraciones de los artistas. A veces estos últimos vuelan mucho en su imaginación, pero ahora podrán tener más pistas a la hora de elegir los colores de los dinos, ya que arqueólogos han descubierto residuos de pigmentos en plumas fosilizadas.
Es realmente un descubrimiento muy importante en el mundo de la paleontología, ya que el pigmento es el responsable del los coloridos plumajes de las aves.
En los últimos años, los paleontólogos han descubierto plumas fosilizadas en unas 50 formaciones rocosas datadas en fechas que van desde los 200 a los 65 millones de años, cuando desaparecieron los dinosaurios, si bien también se han descubierto plumas fosilizadas de hace 2 millones de años. Incluso el increíble descubrimiento de plumas en ámbar.
Estas plumas están preservadas como residuos de carbono que previamente se pensó que eran rastros de bacterias. Pero un nuevo estudio, publicado en Biology Letters, descubrió que estas marcas orgánicas microscópicas eran en realidad malanosomas fosilizados, o sea un orgánulo que contiene melanina, el pigmento absorbente de luz más común en el reino animal.
La melanina es lo que determina por ejemplo nuestro color de pelo, de ojos e incluso el color de la piel. También es lo que da a las plumas de los pájaros esos hermosos y variados colores.
Las plumas en cuestión, fueron descubiertas y analizadas por Jakob Vinther y sus ayudantes de la Universidad de Yale. Descubiertas en una roca con una antigüedad de 100 millones de años en Brasil. Las bandas oscuras de las plumas soportaban los residuos de carbono, y tenían una forma, tamaño y orientación similar a las plumas negras del Tordo Sargento (Agelaius phoeniceus). Las bandas ligeras en las plumas no muestran carbono, sólo la superficie rocosa, indicando que las plumas tenían un patrón de eumelanina negro y blanco.
Otro fósil de ave de hace 55 millones de años, descubierto en Dinamarca, muestra trazas similares en las plumas que rodean el cráneo. Incluso este fósil tiene una impresión de lo que fue su ojo, lo que muestra estructuras similares a las de los melanosomas en los ojos de las aves modernas.
Descubrir estos productores de pigmentos antiguos “demuestra que la melanina puede resistir el paso de millones de años”, dijo Vinther. Según el autor las plumas fósiles de dinosaurios también podrían preservar melanosomas, así como las pieles fósiles tanto de dinosaurios como de antiguos mamíferos.
“Ahora que hemos demostrado que la melanina puede ser preservada en los fósiles, los científicos tienen una vía para predecir, por ejemplo, el color original de un dinosaurio emplumado”, dijo otro de los autores del estudio, Richard O. Prum.